Celebramos y recordamos la memoria de aquellos cuya compañía alegra los cielos -los santos de la puerta de al lado- hermanos y hermanas nuestras que ya contemplan a Dios, lo alaban y no dejan de cuidar de aquellos que hemos quedado en la tierra.

Les pedimos que intercedan por nosotros ante el Padre, por este mundo en guerras, por los desplazados y las víctimas.

Nos unimos a toda la iglesia con esta oración:

Oración por la paz

Oh, Dios de la vida, del amor y de la paz,
somos testigos de la violencia y la injusticia en tu Tierra Santa,
y se nos parte el corazón.
Nuestros corazones se quebrantan por el pueblo de Israel.
Por las víctimas de los violentos ataques de Hamás.
Por los que viven con miedo e inseguridad.
Por los que sufren el trauma intergeneracional de la violencia.

Nuestros corazones se quebrantan por los palestinos.
Por las víctimas de los violentos ataques del ejército israelí.
Por los que se ven privados de agua, electricidad y atención médica.
Por los refugiados, desplazados de sus hogares desde largo tiempo.

Oramos especialmente…
Para que se depongan las armas de guerra.
Para que se derriben los muros de separación.
Para que se libere a los prisioneros.
Para que cese la demonización del “otro”.
Que los líderes políticos busquen el bien de todas las personas en Palestina e Israel.
Oh, Dios, cuyo corazón se rompe por el mundo.
Que tu justicia habite en la tierra.
Que tu justicia habite en los campos fértiles.
Que el efecto de la justicia sea tranquilidad y confianza para siempre.
Que el efecto de la justicia sea paz—una paz permanente.
Amén.