¿Cómo resumir la vida de Clara en una frase?
Clara vivió abrazada a Jesucristo en favor de la humanidad;
lo hizo junto a sus hermanas, al estilo de Francisco.
También nosotras, como Clara, descubrimos el regalo y la llamada a entregar nuestra vida en favor de los hombres y mujeres de todos los tiempos. Clara nos invita:
– “Ama totalmente a quien (Jesús) totalmente se entregó por tu amor” (3CtaCl 15).
– “Te considero cooperadora del mismo Dios y sostenedora de los miembros vacilantes del cuerpo de Cristo” (toda la humanidad), (3CtaCl 8).
Nuestra espiritualidad… con una canción…
Nos acercamos al carisma que Dios nos ha regalado a través de Clara con este vídeo. El canto de fondo es una composición de nuestra querida hermana Rosa Mª Riera, “Vida escondida”, en la que nos regala una bellas pinceladas sobre nuestro carisma contemplativo clariano.
Siempre y con todos Hermanas
Clara estrena cada día, exultante de gozo, el sentirse hija amada del “Padre de las misericordias” y acoge llena de alegría a cada hermana como un gran don. El amor de Dios dilata sus entrañas de Madre y Hermana hasta abrazar el universo. Su interioridad habitada por Jesucristo le hace arder, vibrar, sufrir y gozar por los que Él ama. De esta forma, Clara se descubre a sí misma como hermana universal: hermana de todos y de todo.
Ella nos dice que la fraternidad no surge por estar cerca sino el contemplar a cada persona desde la mirada de Dios y descubrir en todos su dignidad y belleza. A ello nos alienta… seamos sembradores a manos llenas de relaciones armoniosas, verdaderas, cordiales, fraternas,… hermanas universales al estilo de Clara.
Interioridad en salida…
Nuestra misión se concentra en ser obsequio a Jesucristo, Amor entregado del Padre, gracias al aliento del Espíritu, con la certeza de que ello redunda en bien de los demás. Nuestra vida quiere ser un diálogo amoroso ininterrumpido con Dios, acogiendo y respondiendo a tanto amor suyo.
Hemos escuchado en nuestro interior: “El que permanece en Mí ése da fruto abundante” (Jn 15) y respondemos agradecidas a lo que Él sueña para nosotras. Sumergidas en esa corriente de vida y amor, somos bálsamo y consuelo para los que Él quiera, aunque no conozcamos sus rostros.
Además, nuestra vocación contemplativa es una parábola que apunta al centro del Evangelio; ojalá que quien nos mire oriente su mirada a Jesucristo, nuestra dicha. Nuestra vida hace de efecto choque en nuestra sociedad por los valores contraculturales que encarna e invita al hombre y la mujer de hoy a hacerse preguntas que le llevan más allá, a buscar lo esencial, a abrirse al Dios vivo.
Clara no va por el mundo anunciando el Evangelio como Francisco y sus hermanos, pero no por eso renuncia a su dimensión evangelizadora. Clara ha descubierto que sin salir de San Damián puede ser anuncio de la Buena Nueva del Evangelio y de Jesucristo. El deseo de Clara es que seamos para los demás espejo en el que se refleje el rostro de Cristo (Testamento de Clara 19-20).
Nuestras comunidades siguen siendo tierra sagrada donde se ama al Señor con todo el ser; casas de acogida y oración, seno acogedor donde el que se acerca pueda sentirse escuchado en su búsqueda,
Un mensaje de Clara para ti…
Compartimos con vosotros unos sencillos trípticos que hemos elaborado con unos mensajes escogidos de Clara de Asís.
Puedes verlos en el siguiente enlace.