Eucaristía a las 10h.
Para Francisco la relación con Dios Padre constituía una experiencia afectiva profunda y se extendía a todas las criaturas sintiéndolas como herman@s.
Francisco compuso el “Cántico de las criaturas” o del “Hermano sol” tras una crisis de agonía y depresión, que lo vivía cómo abandono de Dios, el vacío de la ausencia de Dios. Cuando en medio de todo ello pudo sentirse liberado de esta angustia y encontrar la paz, irrumpió en alabanza con este Cántico.
Junto a Francisco también hoy nos preguntamos:
Las estructuras en las que me toca vivir, ¿me favorecen o me perjudican? ¿Es mi presente un canto de alabanza al Señor, dador de todo bien?
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