Jesús cae por primera vez
Meditación
Te veo, Jesús, que aprietas los dientes y, completamente abandonado al amor del Padre, te levantas y retomas tu camino. Con estos primeros pasos hacia la cruz, tan vacilantes, me recuerdas, Jesús, a un niño que da sus primeros pasos en la vida y pierde el equilibrio, y cae y llora, pero luego continúa. Se confía en las manos de sus padres y no se detiene; él tiene miedo pero sigue adelante, porque el miedo deja paso a la confianza.
Con tu valentía nos enseñas que los fracasos y las caídas nunca deben parar nuestro camino y que siempre podemos elegir: rendirnos o levantarnos contigo.

Para vivir la cuaresma:
En esta cuaresma quiero aprender a levantarme de mis caídas, ¿cuántas veces?, pues hasta setenta veces siete si es necesario. Levantarme y retomar el camino, caminar, caminar, no dejar de caminar… siempre hacia delante, sin dejarme abatir por la decepción que pueda suponer cada nueva caída. Esta cuaresma quiero aprender a que los fracasos y las caídas no sólo no me detengan en mi camino hacia ti, Señor, sino que incluso me lancen a ti.
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