Aquí os dejamos la oración para el quinto domingo, inspirada en el diálogo entre Jesús y la mujer adúltera.

   ¡Deseamos que os ayude!

NO TE CONDENO
“Tampoco yo te condeno.
Anda, y en adelante no peques más.”
Yo no te condeno,
no te condenes tú.
No dejes que tu pecado te detenga en el camino,
no permitas que se convierta en un lastre para tu vida,
¡suéltalo!, !entrégamelo! y no lo arrastres más.
Anda, vete, camina, no te pares,
que ni el polvo del camino se te pegue en tu andar.
Yo tampoco le condeno,
no le condenes tú.
Deja caer tus piedras,
que no hagan daño a nadie más,
deja que tu corazón se transforme
y se habrá al perdón y la comprensión.
Anda, vete, camina, no te pares
y en adelante no condenes más.
Yo no te condeno,
tampoco tú te condenes;
Yo no los condeno,
tampoco tú condenes a los demás.
Anda, vete, camina, no te pares
y en adelante no peques más.
Y cuando vuelvas a pecar,
y cuando vuelvas a condenar,
nunca olvides:
Anda, vete, camina, no te pares,
aprende a confiar y a perdonar,
y deja que tu corazón sienta lo que es dejarse amar
para poder amar sin condiciones a los demás.